sábado, octubre 27

Beyond the past §Capítulo Tres§

Titulo: Beyond the past
Capítulo: La maldición de un gran mago.
Autor: Sabrina Knight
Fandom: Card Captor Sakura/Original
Reseña: La anticipación de una vida y una herencia que nadie pidió.

§ Capítulo 3: La maldición de un gran mago. §

Ese día Shaoran despertó de un brinco. Se limpió el sudor y apretó la mano contra su pecho tratando de controlar su respiración. Tosió y tuvo que respirar fuertemente para no vomitar.

Apenas pudo controlarse se levantó de la cama y fue directo a su escritorio donde sacó una libreta y una pluma. Abrió la libreta y enseguida se puso a escribir:

"El día de hoy he tenido más sueños con los mismos monstruos. El primero, esa gran bestia parecida al Oso gigante, de dientes afilados y mirada escurrida. El rojo de sus encías del que poco a poco van cayendo sus filosos dientes. 
De pronto es como si el oso se separara y creara otro monstruo mucho más grande con branquias y que expulsa un huracán de su boca. Ese osos crece y crece, jamás para de crecer. 
Pero el oso anterior, en lugar de morir cambia. Le crecen alas en la espalda y su furia es más aterradora que cuando estaba solo.
El último monstruo sigue siendo ese dragón negro. Expulsador de fuego y con grandes cuernos que crecen y caen directo en su corazón, pero que a pesar de las estocadas, sigue sin morir.
Pero hoy apareció un nuevo monstruo en mis sueños. Era como una especie de leopardo gigante, un ser enorme que combatía a la misma distancia, a la misma altura del dragón.
Los dos se pusieron a pelear de una forma desgarradora. Aparecieron los osos deformados y entraron a la contienda, pero por más que intentaban, el gran leopardo lograba aniquilarlos con facilidad. Entonces fue que el dragón atrapó uno de los cuernos que iban directo a su corazón y lo atravesó al leopardo dejándolo morir.
El leopardo caí tan estrepitosamente que al momento de morir, inundaba todo de sangre.
En ese momento acabó mi sueño."

Terminó de escribir y puso la pluma a un lado. Ya estaba tranquilo, a pesar de todo.

Hojeó la libreta, estaba a punto de terminarla. La mayoría de los escritos eran sueños que había empezado a tener casi un año atrás, uno más aterrador que el anterior. Al principio imaginó que muchos de esos sueños se debían a sus propios miedos con los que vivía día a día; pues estos habían comenzado el día en que su madre lo nombró Jefe de la Familia Li.

Para él era obvio que tenía consecuencias y responsabilidades con las cuales cargar. Las familias en China tenían muy claro que las dinastías debían seguir creciendo y, por supuesto, el nivel de magia mucho más.

Sin embargo para los Li no era tan fácil.

Shaoran era el menor de los 5 hijos herederos de la familia Li, sin embargo sobre ellos recaía una maldición que llevaba más de cien años y decía que ninguna mujer de la familia podría tener magia, por ende ninguna de sus hermanas había heredado ningún poder de sus padres. La tradición de los Li marcaba que sólo el varón podría ser cabeza de la familia, y en caso que faltara el cabeza de familia, su cónyuge podría tomar este puesto hasta que el siguiente varón cumpliera los 17 años.

Esto último era algo extraño entre las familias chinas, sin embargo era necesario marcar la sucesión del cónyuge ya que sobre los Li recaía otra maldición peor que la primera: "Todos aquellos varones que nazcan en la familia Li, descendientes directos del Mago Clow, no podrán sobrevivir más allá de los 25 años, y su descendencia estará maldita hasta el fin de sus días."

Por supuesto que Shaoran sabía de la maldición y desde niño se había preparado para entender que su vida estaría marcada hasta los 25 años, tal y como estuvo marcada la vida de su padre, su abuelo y todos los que vivieron atrás. Su madre le decía que era la maldición por ser hijos de un gran mago.

El joven intentó volver a dormir, aunque sabía que no podía y que más bien ya no quería soñar con ninguna leyenda, con ningún monstruo, con ninguna maldición. Cerró los ojos y a su mente vinieron unos hermosos ojos verdes. Esos ojos que jamás se habían alejado de él.

Sonrió tras recordar la mirada, la sonrisa, el jubilo de su alegría. Muchas veces se reía de sí mismo al verse en esa situación, suspirando y añorando a aquella niña a la cual prometió amar siempre, pero que a pesar de todo ese "siempre" no duró tanto como él mismo hubiera deseado.

Sabía dónde tenía ocultas todas las cartas devueltas por el remitente, sabía lo que decía cada carta y recordaba que escribió todo tipo de suplicas para que ella continuara dentro de su vida. Pero todas las cartas regresaban cerradas. Ninguna había sido leída. Sólo una llegó a sus manos, sólo una estuvo llena de esperanzas y de suspiros. Sólo una carta de esas ocultas estaba abierta, y la había abierto él mismo.

Aun podía recordar cómo había llegado esa carta. Sentía todas las emociones y toda la alegría con que la había recibido. La desesperación de abrirla y saber qué decía al fin su amada. Un segundo le tomó abrir el sobre y un minuto, al leerla, le tomó para romper su corazón.

Abrió los ojos, esa parte de la historia le causaba aun un nudo en el corazón. Esas esperanzas puestas y cruelmente arrebatadas le habían costado un gran dolor que prefirió olvidar con el silencio y ponerse de lleno en las responsabilidades de la familia Li.

El sonido de su celular le interrumpió los pensamientos. Tomó el aparato y leyó que en su agenda mencionaba el cumpleaños de Shu Lai. Lo había olvidado por completo a pesar de que su madre se lo estuvo recordando todo el mes. Para Shaoran, Shu Lai no era del todo importante, pero para la familia Li, Shu Lai era crucial en sus vidas.

Shu Lai era ni más ni menos que la heredera de la gran familia Lai. Una familia dirigida por mujeres que había estado involucrada siempre en las decisiones importantes de las grandes familias de China. Todas eran grandes hechiceras y muy sabias. Ellas debían tener hijas que llevaran también  las riendas de la familia y la tradición. Para ellas los hombres eran más un instrumento que una necesidad.

Por supuesto que para la familia Lai era importante que su descendencia fuera fuerte y próspera, por lo mismo sabían que una alianza con los Li era un suicidio seguro a su estirpe de mujeres hechiceras por la maldición de los Li. Sin embargo algo había sucedido con Shu. Era sin lugar a dudas, la más fuerte de todos sus antepasados; además de ser hechicera era oráculo y conocía bien cual era su propio destino, nadie podía engañarla, y ella misma sabía que su destino, hasta ese momento estaba a lado de Shaoran Li. Ningún integrante de su familia podía explicarse porqué buscaba la unión con los Li, ella misma no lo explicaba, sólo les recordaba que ella sabía su destino y que estando con Shaoran lograría llegar a él.

Shaoran la había aceptado sin ninguna queja. Conocía a Shu desde pequeña y ella misma le había dicho que ellos dos tendrían el destino unido, él creyó mucho tiempo que ella estaba equivocada, además, después de conocer a Sakura imaginó que no habría más destino que ella, pero al recibir esa carta reconoció su error, se dio cuenta que tenía que aceptar lo que su destino marcaba, y si eso era estar con Shu Lai, lo tomaría.

Ese día, el cumpleaños de Shu Lai, sería crucial en sus vidas, no sólo porque ella cumpliría entonces 18 años, sino porque ese día su compromiso se haría formal. Todo mundo voltearía a verlos como los próximos a casarse en invierno, la gente los conocería pronto como los esposos Li y entonces él tendría que continuar con su destino y formar pronto una familia con ella para seguir con las leyendas y las tradiciones que los rodeaban.

Era curioso, pero a final de cuentas su maldición no sería morir joven o que ninguna de sus hijas podría heredar la magia, su maldición final sería estar condenado a vivir y morir sin estar con la persona que realmente amaba... Y encontrarse con esa realidad era peor que todas las pesadillas que siempre lo atormentaban.

lunes, octubre 22

Beyond the past §Capítulo Dos§

Titulo: Beyond the past
Capítulo: Circunstancias
Autor: Vejibra Momiji
Fandom: Card Captor Sakura/Original
Reseña: La vida, tiene muchos circunstancias


§ Capítulo 2: Circunstancias §

Prodigio. 

Fue la primera palabra que definió el resto de su vida y que escuchó desde que era pequeña, no obstante, la realidad de dicho concepto se hizo claro cuando a la edad de 12 años, su madre llevo una colección completa de diseños a una de las exposiciones más prestigiosas de Japón. Tras aquella presentación, su vida dio un giro de 180 grados, donde todo cambió. 

Lo que inicialmente pensó sería solo un verano de cuarenta y cinco días en Milán, pronto se convirtió en meses y después en años, y por primera vez en su vida, la así renombrada "prodigio" Tomoyo Daidouji, se dio cuenta de que se había equivocado, porque había roto una promesa. Aquella que decía que volvería a casa y compartiría el resto de sus días junto a su mejor amiga; Sakura. 

Tras esos pequeños tropiezos, trato en lo posible de vivir una vida fuera de los límites de la sociedad japonesa en un país que apenas conocía, y pronto aprendió varios idiomas y tuvo la oportunidad de viajar a otros lugares, pero no de volver a su hogar. Algo que añoraba, incluso tras la verguenza que sentía de si misma tras lo que había sucedido cuando cumplió 16. 

Como la hija de una poderoso empresaria, y madre soltera, Tomoyo había aprendido desde pequeña a  anticiparse a los detalles y errores de la vida, enfrentando la realidad, con una sonrisa y una actitud desenfadada, propia de la única hija de una poderosa mujer. Pues aunque muchos lo conocían, y nadie nunca lo mencionó, Sonomi Daidouji nunca estuvo casada, y quedó embarazada en un tiempo en el cuál la sociedad japonesa solía ser discriminatoria, negando todo derecho de su existencia no solo al padre que la había engendrado, sino a una identidad propia como "niña de buena familia". 

Por eso, había aprendido a ser discreta y distante de todos aquellos que la rodeaban, siendo un orgullo para su madre y la familia que muchas veces la ignoraba, porque Sakura nunca lo había notado, pero Tomoyo solía protegerla, porque conocía perfectamente cuando descarados y fríos podían ser todos en las familias más poderosas de Japón.

También era cierto que de su padre, vagamente supo. Lo único que conservaba eran una serie de fotografías viejas de una aventura cualquiera que su madre había vivido, y que no obstante, le permitido dar cabida a su existencia. Entonces, cuando el viaje a Europa se presentó, hubo curiosidad en ella, y la oportunidad de huir de una vida que muchas veces le había recriminado su existencia, pese a lo perfecta y hermosa que ella podía ser a los ojos de todos los que la rodeaba.

Ese verano, poco antes de tomar la decisión de ir a la pasantía en Milán, se enfrentó a la realidad que le permitía la oportunidad de conocer  a su padre, y se dio cuenta de que tenía miedo. Cuando empacaba sus maletas, Sakura la animó, con la esperanza de que ella tuviera la oportunidad de hablar con el extraño padre que la había abandonado, pero que a la vez, no tenía derecho a reclamar nada, pues Sonomi, nunca estuvo casada con él. 

Aquella tarde mientras se despedía y prometía cartas a Sakura, se dio cuenta que tenía miedo; por conocer a su padre y por dejar a Sakura sola, porque no quería que la familia la tratarán como lo habían hecho con ella, y a la vez se había aliviado de alejarse, de todo, comenzar de nuevo cuando apenas empezaba su adolescencia.

Conforme el tiempo paso y demostro ser un genio del diseño de moda post moderno, se dio paso y cambio para volverse famosa. "La Prodigio Japonesa", solían llamarla, y pese a que intento en varias circunstancias encontrar tiempo para escribir cartas y e-mails a Sakura, el tiempo poco a poco desapareció, para cuando se dio cuenta de lo que había sucedido, la corta comunicación que mantenía con su mejor amiga, había quedado reducida a una carta o una llamada por mes.

Pero poco después de sus 16 años, y lo que sucedió con aquel hombre, cuyo nombre causaba que un escalofríos recorriera su piel. No quiso volver a comunicarse con nadie, ni su madre, ni Sakura. Incluso había salido de casa de su padre, donde su presencia perturbaba e incomodaba a la esposa del bien educado señor. 

Vivir sola había sido una experiencia nueva, y muy solitaria. Tras dos años de vivir en el silencio. Decidió descansar, porque la inspiración no llegaba y estaba siendo perturbada por una serie de pesadillas que no lograba comprender y que la despertaba a altas horas de la mañana o que incluso la desvelaban impidiendo que organizara la colección de verano que se acercaba. Así que aturdida como nunca antes, aquella noche en particular, observando la televisión, recordo Japón, y se decidió a escribir un e-mail.

Sus manos temblaban mientras teclaba el mensaje, no estaba segura por donde comenzar o que decir, tampoco estaba segura de querer contarle lo que había sucedido con "él", porque en el fondo de su ser estaba avergonzada de ello, y le dolía que fuera utilizada de aquella forma.

Suspirando recosto la cabeza sobre el teclado y descanso una mano sobre su espalda, dándose un masaje donde se encontraba la figura del tatuaje de libélula que se había hecho meses atrás después de su primera noche con... cerro sus ojos, solo quería aliviar el dolor de su cuerpo tras de días y días de trabajo y exposiciones donde solo debía utilizar tacos.

Y cuando envió el mensaje se sintió nerviosa. Tenía miedo de que ella no le respondiera, pero el "Bip" se escuchó, y en camará lenta abrió el mensaje de respuesta.

From: Sakura Kinomoto
To: Tomoyo Daidouji.

¿Tomoyo?.Me encuentro bien, me alegra mucho que me escribieras. No ha pasado mucho. Yamazaki es mi novio. Quisiera que estuvieras aquí.

Sakura.

Realmente, no pensaba que Sakura iba a responderle, pero cuando lo hizo, abrió sus ojos expectante, porque sabía en el fondo de su corazón, que pese a que su mensaje podía parecer duro y frío, Sakura... la necesitaba, y si ella la necesitaba. Era tiempo de regresar a Japón.

Tomando su telefono celular, realizó un par de llamadas. La colección de verano podía esperar.







Continúa.

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